

ESTUDIO PARA CÉLULAS
Comentarios Aliento Cotidiano – julio/agosto 2025
Autor: Tomás Vega
AGOSTO
Lunes 4 de Agosto
¿Qué ven nuestros ojos?
“La lámpara de tu cuerpo es tu ojo; cuando tu ojo está sano, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando está malo, también tu cuerpo está lleno de oscuridad. Mira, pues, que la luz que en ti hay no sea oscuridad. Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, sin tener parte alguna en tinieblas, estará totalmente iluminado como cuando la lámpara te alumbra con sus rayos”. Lucas 11:34–36 (LBLA)
Introducción: Nuestra visión es indispensable para vivir. Con ella, podemos saber hacia dónde nos dirigimos, por ella vienen nuestros deseos de aquellas cosas que nos parecen apetecibles, no hay nada como ver el color negro profundo de unas uvas de Mendoza, o el rojo vivo de una manzana de Villa Regina. A través de nuestra visión podemos percibir sensaciones, nuestra mente traduce e interpreta incluso, muchas veces, activando otros sentidos. Jesús sabía esto. Él sabía que el ojo es algo que permite que luz u oscuridad entren en nuestras vidas.
Dejamos entrar muchas cosas por nuestros ojos, varias de ellas nos llevan a comportamientos buenos, nos producen buenos deseos, y otras, como bien dice Jesús, nos producen oscuridad.
Desarrollo:
1. ¿Qué ver? (Proverbios 4:20–21 LBLA) “Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones; que no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón”. La Palabra de Dios debe ser nuestro eje central, es verdad que la Palabra sola nos llevará a una vida de legalismo, pero la Palabra acompañada del Espíritu Santo es viva y eficaz para cambiar, discernir nuestros pensamientos y producir aquello por lo cual Dios la envió. 2 Corintios 3:6 (RVR60) dice: “El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica”. Leemos en Hebreos 4:12–13 (RVR60): “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.
2. La mirada en Cristo (Hebreos 12.2). La Palabra de Dios nos guía en nuestro diario caminar, nos enseña dónde debemos pisar y poner nuestros pies. No debemos olvidarnos que el Señor quiere guiarnos durante todo nuestro peregrinar en esta tierra. Proverbios 4:25–27 (LBLA) nos dice: “Miren tus ojos hacia adelante, y fíjese tu mirada en lo que está frente a ti. Fíjate en el sendero de tus pies, y todos tus caminos serán establecidos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal”. Esto es muy similar a las instrucciones del apóstol Pablo en mantener la mirada hacia delante. En Filipenses 3:12–14 (LBLA) el apóstol Pablo afirma: No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Debemos mantener la mirada en Jesús, no debemos dejar desviarnos por las cosas que este mundo propone. Al mirar a Jesús a través de Su Palabra, descubriremos Su belleza, veremos significado y propósito para nuestras vidas.
3. ¿Qué ven mis ojos? Aquí quiero que nos sinceremos, ya te comenté en el punto anterior la importancia de ver a Jesús a través de Su Palabra. Entonces, ahora quiero mencionarte algunas cosas que muchas veces dejamos que entren por nuestros ojos y oscurecen nuestra visión y entendimiento. Seguidamente, pensamos en la persona que está luchando con algún pecado como un gran pecador, pero la verdad es que todos fuimos cediendo poco a poco y fuimos dejando entrar tinieblas a nuestras vidas para estar en la situación que nos encontramos finalmente, siendo todos pecadores.
El uso de:
A. Redes sociales: Desnudos, videos eróticos, chisme, idolatría, fanatismo político, noticias falsas, crítica destructiva, memes que solo buscan burlarse, envidia por codiciar lo que tiene la otra persona, envidia hacia otros ministerios, enojo excesivo con la gente que tiene una inclinación política diferente, etc.
B. Internet: Pornografía, apuestas y codicia, exceso del uso de internet, falsificación de tareas escolares y universitarias, descarga ilegal de películas o música, tipo de películas que vemos, tipos de series que vemos, cuánto tiempo le damos extra a cada una de estas cosas en nuestras vidas y quitan el lugar que solo Dios debería tener.
C. Apps: De apuestas, de relaciones interpersonales (Tinder), videojuegos excesivos, violentos, etc.
Conclusión: Nuestros ojos están expuestos a mucho contenido que va a despertar muchas cosas dentro de nuestras vidas, pueden traer luz u oscuridad, debemos cuidar qué miramos y sobre todo, mantener nuestros ojos enfocados en Jesús.
Oración: Guarda nuestros ojos, Señor, que siempre miremos lo recto, que siempre tengamos puestos los ojos en Ti y en lo que Tu Espíritu Santo quiere revelarnos a través de Tu Palabra.
Acción: En Gálatas 5:19–21,Pablo nos habla de las obras de la carne. Como tarea, tendremos que clasificar las cosas mencionadas en los puntos A, B, C, dentro de la categoría correspondiente: (Quizás se te ocurra alguna otra que no mencioné).
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Inmoralidad:
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Impureza:
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Sensualidad:
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Idolatría:
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Hechicería:
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Enemistades:
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Pleitos:
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Celos:
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Enojos:
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Rivalidades:
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Disensiones:
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Sectarismos:
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Envidias:
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Borracheras:
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Orgías:
Lunes 11 de Agosto
El problema de la Iniquidad
“El que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable; el que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación”. Éxodo 34:7 (LBLA)
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Introducción: En este estudio vamos a enfocarnos en la palabra Iniquidad, podemos ver que aquí, Moisés, menciona que Dios perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado. Moisés está haciendo una diferencia entre estas tres palabras. La iniquidad es algo que, como cristianos, tiene que preocuparnos, porque puede dañar fuertemente nuestra relación con Dios y separarnos de Él gravemente.
Desarrollo:
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Iniquidad: Desde el original podemos ver que es una palabra diferente a la famosa conocida para definir pecado (Hattaj), de hecho, Moisés, está tratando de decirnos algo diferente. El pecado original, como bien lo conocemos todos, lo hemos heredado. No hay justo ni aun uno (Romanos 3:10). Todos heredamos este pecado original y somos partícipes de él. Pero la iniquidad es algo más, es algo que, aunque conocemos la ley de Dios, vivimos como si esta no existiera. La Septuaginta, que es la traducción al griego del Antiguo Testamento, usa en el texto de Éxodo 34:7 la siguiente palabra y la define como que ignoramos la ley. Veamos lo que dice el Diccionario teológico del Nuevo Testamento. “ἀνομία (Anomîa). El prefijo le da a ἀνομία (ἀ/νομία = sin/ley) el sentido, ya sea de ausencia de ley, o de falta de observancia de ella, e. d. iniquidad. La palabra es común en la LXX, a veces en plural, para actos de maldad (Gn. 9:15). En el Nuevo Testamento denota actos pecaminosos en Romanos 4:7 y Hebreos 10:17, sin tener en mente necesariamente la ley. En Romanos 6:19 también se hace referencia a la condición, e. d. la alienación respecto a la ley. En 2 Corintios 6:13, donde rectitud y ἀνομία son mutuamente excluyentes, el sentido es el general de iniquidad (cf. 2 Ts. 2:3). Quizás exista una relación más fuerte con la ley en Mateo 23:28, aunque menos en Mateo 7:23; 13:41; 24:12. En 1 Juan 3:4 se muestra que el pecado es grave porque es ἀνομία, e. d. rebeldía contra Dios, o transgresión del mandamiento del amor como verdadera ley.”
2. Por fuera y por dentro. Mateo 23:27-28 (LBLA) “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad”. En época de primavera, estas tumbas relucían de blancas, y estaban casi bonitas al sol; pero dentro estaban llenas de huesos y de cadáveres en descomposición. Así, dijo Jesús, era como eran los fariseos. Sus acciones exteriores los mostraban como personas intensamente religiosas, pero en lo íntimo de su corazón estaban asquerosos y podridos de pecados. Esto puede que suceda todavía. Como decía Shakespeare, uno puede que sonría y sonría, y sea un villano. Uno puede que vaya con la cabeza baja y con pasos reverentes y con las manos entrelazadas en una postura de humildad, y estar todo el tiempo mirando por encima del hombro con frío desprecio a los que considera pecadores. Su misma aparente humildad puede que no sea más que una pose de orgullo; y, al caminar tan humildemente, puede que esté pensando con deleite en el cuadro de piedad que representa a todos los que le ven. No hay nada más difícil para una buena persona que no darse cuenta de que es buena; y una vez que sabe que es buena, ya deja de serlo, independientemente de cómo les parezca a los demás.”
3. ¿De qué son cautivos los cristianos?
Rebeldía - Isaías 53:6: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”.
Murmuración - Salmos 106:24-27: “24 Pero aborrecieron la tierra deseable, no creyeron a Su palabra, 25 antes, murmuraron en sus tiendas y no oyeron la voz de Jehová. 26 Por tanto, alzó su mano contra ellos para abatirlos en el desierto, y humillar a su pueblo entre las naciones, y esparcirlos por las tierras”. Lucas 12:2-3: “2 porque nada hay encubierto que no haya de descubrirse, ni oculto que no haya de saberse. 3 Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.”
Queja - Significado interesante: En Hebreo “ִלין lin; detenerse (usualmente para pasar la noche); por implicancia: quedarse permanentemente; de aquí, ser obstinado (especialmente en palabras, quejarse): dormir, durar, habitar, murmurar. Coré - Números 16:3: “3 Se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: — ¡Basta ya de vosotros! Toda la congregación, todos ellos son santos y en me- dio de ellos está Jehová. ¿Por qué, pues, se encumbran (enseñorean) sobre la congregación de Jehová?” Pueblo - Números 11:4-6 NTV: “4 Entonces la gentuza extranjera que viajaba con los israelitas comenzó a tener fuertes antojos por las cosas buenas de Egipto. Y el pueblo de Israel también comenzó a quejarse: «¡Oh, si tuviéramos un poco de carne!—exclamaban—. 5 Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto y teníamos todos los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos que queríamos. 6 ¡Pero ahora lo único que vemos es este maná! Hasta hemos perdido el apetito».” Pueblo - Números 14:2: “2 Todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y contra Aarón, y toda la multitud les dijo: «¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá muriéramos en este desierto!” La Respuesta divina: Números 14:26-29: “26 Jehová habló a Moisés y a Aarón, y les dijo: 27 —¿Hasta cuándo soportaré a esta depravada multitud que murmura contra mí? Ya he oído las querellas de los hijos de Israel que de mí se quejan. 28 Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. 29 En este desierto caerán vuestros cuerpos, todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años para arriba, los cuales han murmurado contra mí”.
Pecados ocultos: Salmos 19:12-13 (NTV): Oremos como David: ¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas. ¡Libra a tu siervo de pecar intencionalmente! No permitas que estos pecados me controlen. ¡Entonces estaré libre de culpa y seré inocente de grandes pecados.”líbrame!
Avaricia- 1 Corintios 5:11 NTV: “Lo que quise decir es: no se relacionen con ninguno que afirma ser creyente y aun así se entrega al pecado sexual o es avaro o rinde culto a ídolos o insulta o es borracho o estafador. Ni siquiera coman con esa gente”. 2 Timoteo 3:2-3, 5b: “2 Habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanidosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin templanza, crueles, enemigos de lo bueno,... 5... A esos, evítalos”.
Infidelidad - Salmos 32:1-2: “1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño”.
Odio - Mateo 5:21-22: “21 »Oísteis que fue dicho a los antiguos: “No matarás”, y cualquiera que mate será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga “Necio” a su hermano, será culpable ante el Concilio; y cualquiera que le diga “Fatuo”, quedará expuesto al infierno de fuego.” Efesios 4:26-27: “26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo”.
Pornografía - Proverbios 4:24-26: “24 Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios. 25 Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se abran a lo que tienes delante. 26 Examina la senda que siguen tus pies y sean rectos todos tus caminos”.
Raíz de Amargura - Hebreos 12:14-15: “14 Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Mirad bien, para que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios, y para que no brote ninguna raíz de amargura que os perturbe y contamine a muchos.” -En Deuteronomio 29:18 dice: “no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo,... ” por aquellos que se rebelan en contra de Dios.
Otros - Ayúdenme! (Mentira, enojo, ....)
Con todos estos puntos descritos aquí, podemos ver que, el pastor Omar Cabrera, menciona cosas que todos conocemos, que son parte de la ley del amor en nuestro cristianismo, pero así y todo convivimos con ellas, esto es iniquidad, es como que muchas veces viviéramos sin ley; esto puede asemejarse a las pequeñas zorras que minan los campos y que un día pueden destruir toda la cosecha. Que podamos guardar nuestros corazones para recibir lo que Dios tiene y no vivir una vida de iniquidad.
Conclusión: Hemos de guardar nuestro corazón de la iniquidad, porque es algo que muchas veces se disfraza de falsa piedad, pero que atesoramos en nuestros corazones y convivimos con ellas ignorando los mandamientos del Señor Jesús.
Oración: Oremos el Salmo 51.
Acción: Tengo un amigo que vive en Posadas, Misiones, él es una persona de confianza, es una persona con quien muchas veces puedo charlar las debilidades, mis problemas de carácter, temperamento, mis dudas, etc. Así que te recomiendo que busques a un amigo de confianza, alguien que esté centrado en la Palabra de Dios y pueda guiarte en este peregrinar, alguien que pueda corregirte en amor y ayudarte, día a día, a parecerte más a Jesús.
Notas:
Kittel, Gerhard, Gerhard Friedrich, y Geoffrey W. Bromiley. Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2002.
Barclay, William. Comentario Al Nuevo Testamento. Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE, 2006.
Ayuno Congregacional VDF 2022, Omar Cabrera Jr. Iglesia Visión de Futuro
Lunes 18 de Agosto
El problema del pecado
“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones”. Salmo 51:1 (LBLA)
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Introducción: No fue por casualidad que te pedí que terminarás la Célula anterior orando el Salmo 51, la verdad es que este Salmo es algo que Dios usó para hacerme entender en profundidad lo malo de llevar una vida en constante pecado y no santificarse. Lo que voy a compartirte ahora no es de mi autoría, es un breve resumen de una enseñanza del Pastor Adrián Rogers en su libro “Lo que todo cristiano debe saber”; este es un libro que mi suegra, la pastora Alejandra, me regaló hace varios años.
Desarrollo:
1. El pecado:
A. El pecado ensucia el alma (Salmo 51:2). Aquí David está orando: "Oh Dios, lávame; Oh Dios, límpiame". Pero él es un rey que viste túnicas reales, duerme en cama de seda, se baña en tina de mármol con jabón perfumado, pero aun así se siente mugriento, sucio.
B. El pecado domina la mente (Salmo 51:3). Si usted es hijo de Dios, el Espíritu Santo no le permitirá ignorarlo ni olvidarlo. El Espíritu Santo pondrá su dedo en la llaga y hará presión. David dijo: "Mi pecado está siempre delante de mí". El pecado cometido dominaba su mente. Eso no significa que conscientemente él estuviera pensando en el pecado todo el día.
C. El pecado deshonra al Señor (Salmo 51:4). Al pensar en eso, usted podría decir: "Al cometer adulterio, David pecó contra su propio cuerpo. Obviamente, también pecó contra su familia. Y no solo pecó contra su cuerpo y contra su familia; pecó contra la nación de Israel". Ninguno de estos pecados se menciona. Él vio el pecado como lo que realmente es, ¡una afrenta contra el Omnipotente Dios!
D. El pecado deprime el corazón (Salmo 51:8). La persona más miserable sobre la tierra no es la que está perdida, sino la que es salva, pero no tiene comunión con Dios. Solo una cosa le puede quitar el gozo de su corazón; no son dos, ni tres, ni cuatro; es solo una, y esa es el pecado. Y solo un tipo de pecado: el suyo. Cuando alguien peca contra usted, ese es el pecado de esa persona. Su reacción a lo que le hicieron a usted puede quitarle el gozo. Si usted me golpeara en la cara, eso no podría quitarme la alegría de mi corazón. Podría lastimarme y quitarme la felicidad, pero no podría quitarme el gozo. Puede quitarle el gozo a usted, pero no a mí. Si yo reaccionara contra usted de manera incorrecta, eso sí que me quitaría el gozo.
E. El pecado enferma el cuerpo (Salmo 51:8). El pecado, sin arrepentimiento, puede hacer que su cuerpo realmente se enferme. Vea de nuevo el versículo 8: "Hazme oír gozo y alegría, y se regocijarán estos huesos que has quebrantado". Recuerde que esto es poesía. David no tiene una fractura, pero habla de huesos rotos. Está usando una figura literaria. Hoy nosotros hacemos lo mismo. Alguna vez usted ha dicho: "me aplastó". Bien, ¿qué quiere decir? No significa que alguien lo puso en un compresor de basura, sino que fue estrujado, que se ejerció presión sobre usted. Y David está diciendo algo como: "Dios, me estás oprimiendo. Hazme oír gozo y alegría para que los huesos que has roto se puedan regocijar".
F. El pecado estropea el espíritu (Salmo 51:10). Ciertamente el pecado degenera el espíritu. David dice: "Crea en mí, oh Dios, un corazón puro y renueva un espíritu firme dentro de mí" (v. 10). El espíritu de David estaba amargado y estropeado. Le voy a hacer una confesión: Si yo tuviera que elegir un compañero para realizar algún trabajo durante el día, preferiría estar con un pecador que no ha sido salvo que con un salvo sin comunión con Dios. Las personas salvas, que no tienen comunión con Dios, son irritables, abusivas y difíciles de tratar. Algunas de las personas más irritables que usted haya conocido en la vida son cristianos sin comunión espiritual. Tienen un espíritu amargado y nada les agrada.
G. El pecado destruye el testimonio (Salmo 51:12-15). Aquí tenemos a David, un hombre conforme al corazón de Dios que amaba a Dios, pero cometió un horrible pecado. El pecado no solo degenera el espíritu, sino que destruye el testimonio. Esta es una de las peores cosas que pueden ocurrir en la vida de un hijo de Dios por causa del pecado. Observe el Salmo 51:14: "Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, y con regocijo cantará mi lengua tu justicia". ¿Sabe usted por qué la gente no canta en el servicio de alabanza? Porque no está llena del Espíritu. Simplemente está llena de pecado. No tiene nada para cantar. Han perdido su canción porque han perdido su testimonio. Mire el versículo 15: "Señor, abre mis labios, y proclamará mi boca tu alabanza". David no estaba alabando a Dios porque sus labios estaban sellados. Su pecado había destruido su testimonio y la alabanza se había secado. No estaba conduciendo almas a Cristo, por lo que dice en los versículos 12, 13: "Devuélveme el gozo de tu salvación, y un espíritu generoso me sustente. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti". ¿Puede ver lo que pasó? No había alabanza, no había canción, ningún alma ganada. ¿Por qué? Se lo diré: porque el pecado había destruido su testimonio.
2. Limpieza del pecado:
A. Confianza. Mire el Salmo 51:1: "Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia. Por tu abundante compasión, borra mis rebeliones". ¿Sabe usted lo que David sabía? Él sabía que para una multitud de pecados, había una multitud de misericordias. Sabía que Dios no había dejado de amarlo. Él dice: "conforme a tu misericordia". Dios no nos ama porque seamos valiosos, somos valiosos porque él nos ama. Dios no nos ama porque seamos buenos. "Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). Nosotros necesitamos tener la certeza de que sin importar lo que hayamos hecho, Dios nos ama.
B. Confesión. Salmo 51:2,3 dice: "Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí". Observe cómo se refiere David al pecado: "Mi pecado", no el de otra persona. Él está diciendo: "Dios, yo soy el pecador. Dios, yo soy el que ha pecado. Reconozco mi pecado. Mi pecado, mi transgresión". La Biblia dice en 1 Juan 1:9: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiamos de toda maldad". El verbo "confesar" cuando se utiliza en el Nuevo Testamento, está compuesto por dos palabras griegas: homos y lego que significan "decir lo mismo". En el sentido bíblico, admitir su pecado no es lo mismo que confesar su pecado. Usted puede admitir su pecado en un tribunal, pero una confesión de pecado es decir lo mismo que Dios dice. ESTO ESTÁ MAL, porque Tú, Señor, lo dices.
C. Limpieza. Puesto que el pecado lo hace sentir sucio, Dios le da un baño espiritual. David dice: "Lávame" (Salmo 51:2, 7). Se trata de una limpieza un tanto exterior, puesto que el pecado nos hace sentir enteramente sucios. Luego, en el versículo 7, él dice: "Quita mi pecado con hisopo, y seré limpio". Esto habla de una limpieza interior. Usted puede ser tan puro como la nieve recién caída. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9). "Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve, serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" (Isaías 1:18). Ese es el poder limpiador de la gracia de Dios.
D. Consagración. En el Salmo 51:12-15, David dice: "Devuélveme el gozo de tu salvación, y un espíritu generoso me sustente. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti. Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, con regocijo cantará mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios, y proclamará mi boca tu alabanza". Es como si David dijera: "Señor, pon mis pies en el camino correcto, y volveré a servirte". Dios no solo nos limpia para que podamos sentarnos tranquilamente limpios, Él nos vuelve a poner en el camino del servicio.
Conclusión: Mirando el estudio del Pastor Rogers, podemos ver que el Pecado y la Iniquidad, van a destruir completamente la vida del cristiano, tenemos que orar en todo tiempo para no entrar en tentación, esto es lo que Jesús dijo a Sus discípulos. La vida de santidad se gana en oración y comunión con el Padre.
Oración: Crea en mi oh Dios un corazón recto.
Acción: Debemos ser sinceros y restaurar nuestra comunión con Dios, para vivir una vida gloriosa. Tomar un tiempo de ministración en la Célula. Guiar a la renuncia y al arrepentimiento, con confianza, confesando, pidiendo limpieza y consagrándonos nuevamente para servir al Señor.
Lunes 25 de Agosto
El propósito de Dios
“Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Hebreos 12:14 (LBLA)
Introducción: Es el propósito de Dios que vivamos una vida de constante santificación, porque nuestra vida se trata de eso. La santidad es un atributo esencial de Dios, y Dios, no puede variar, Él no puede decrecer en santidad para acercarse a nosotros, nosotros debemos crecer en santidad, tenemos que santificarnos día a día y vivir una vida de integridad ante el Señor.
Desarrollo:
1. El corazón limpio (Mateo 5:8). Bienaventurados los limpios (katharoi) de corazón. Podríamos pensar de la siguiente manera: Bienaventurados son aquellos cuyos móviles (motivaciones) no tienen mezcla alguna, cuyos pensamientos son absolutamente sinceros, aquellos que son completamente ingenuos. ¡Qué llamamiento al autoexamen hay aquí! Esta es la bienaventuranza más exigente de todas. Cuando examinamos nuestros móviles con honestidad, nos sentimos humillados, porque encontrar un móvil sin mezcla alguna es lo más raro del mundo. Pero la bienaventuranza es para el hombre, cuyos motivos son tan puros como el agua clara, y cuya ingenuidad le induce a hacer todo como si fuera para Dios. He aquí el modelo por el cual esta palabra, katharos, y esta bienaventuranza exigen que nos rijamos.
2. Nuestra conversión evidencia santificación (Romanos 6.:22). Ahora que hemos sido libres del pecado ¿Cuándo? Esto sucede cuando Cristo nos lava con Su sangre, cuando por primera vez entregamos nuestra vida a Él (Hebreos 13:12). Luego de esto, el apóstol Pablo insiste: que el fruto de nuestra conversión tiene que ser la santificación y, como resultado, la vida eterna. Una cosa va de la mano con la otra. Es incoherente pensar que alguien que ha recibido a Jesús no siga en su proceso de santificación, porque esto evidencia que la conversión es genuina.
3. Ser como Jesús (Romanos 8:29 LBLA). Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Dios quiere nuestra santificación para que seamos cada día más como Cristo, el propósito es que alcancemos cada día la perfección que habita en Cristo. La verdadera santidad —jamás lo olvidemos— no consiste meramente en sentimientos e impresiones interiores. Es mucho más que lágrimas y sollozos, frenesí físico, un pulso acelerado y sentir poderosos vínculos emocionales con nuestros predicadores favoritos y nuestro grupo religioso, así como más que una disposición a discutir con todos aquellos que discrepen de nosotros. Es algo de la «imagen de Cristo» que los demás pueden observar y percibir en nosotros, en nuestras vidas privadas, en nuestro carácter y en nuestras acciones.
4. Es un camino de toda la vida (2 Corintios 7:1 LBLA) Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Perfeccionando la Santidad dice el apóstol Pablo, no alcanza con las intenciones, debemos trabajar en ella día a día para poder alcanzar la perfección a la que Pablo se está refiriendo aquí. ἐπιτελέω epiteléo, significa, llevar a cabo, realizar, completar. No es simplemente tratar, es algo que se tiene que completar, perfeccionar sí o sí. En 1 Juan 2:6 (LBLA) dice: El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo.
Conclusión: Hemos llegado al final de este estudio, pero no al final de la santificación, como dije al comienzo de esta Célula, es un camino de toda la vida, y nosotros tenemos que perfeccionarlo.
Oración: Señor, ayúdanos a caminar una vida de Santidad e integridad, que podamos agradarte en todo lo que hacemos, en todo lo que somos, en cuanto nos movamos y existamos. “Que mi vida entera sea una canción de amor para Ti, que mi vida entera cante para Ti, que las cosas que digo, que las cosas que pienso sean incienso para Ti, que mi vida entera cante para Ti”.
Acción: Seguramente después de estas Células ha quedado mucho de que hablar, te pido que compartas con algún compañero de Célula en un café o en una mateada esas cosas que Dios te ha hablado en este tiempo y que podamos edificarnos en amor, y estimularnos a las buenas obras (Hebreos 10:24).
Nota: Barclay, William. Palabras griegas del Nuevo Testamento - su uso y su significado. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1977
Ryle, J. C. La santidad: Su naturaleza, obstáculos, dificultades y raíces. Traducido por David Cánovas Williams. Moral de Calatrava, Ciudad Real: Editorial Peregrino, 2013.