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ESTUDIO PARA CÉLULAS

Lunes 29 de mayo

LUZ ETERNA

 

“La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera”. Apocalipsis 21:23 (LBLA)

En nuestra mente finita es ilógico pensar que exista otra fuente de luz que no sea el sol, o la energía tal como la conocemos. Pero esto es porque existe un sentido de dependencia dentro de nosotros, y esa dependencia, es dependencia de Dios. Por esta razón es que nosotros siempre necesitamos depender de algo, en este caso el sol, o la energía.

Ahora si nos dice el libro de Apocalipsis que va a llegar el día en el cual no vamos a necesitar ni sol ni luna, sino que nuestra dependencia va a ser completa, única, y exclusivamente en Dios. El mismo será la fuente de luz para toda nuestra eternidad.

 

Nota importante: Cuarta semana. Hoy es la Célula en la cual vamos a pescar a esos amigos por los cuales estuvimos orando en el 3 × 9. Por esta razón vamos a darles un pantallazo de la eternidad, y de lo que es necesario para llegar ahí.

Como esta Célula es una de pesca, detallaré las leyes espirituales, para hacer el llamado a todos los nuevos que asistan. Es fundamental no prometer otra cosa que no sea sino exclusivamente la salvación y el perdón de los pecados; muchas veces nos enfocamos en los beneficios que Dios nos da por ser sus hijos, pero este no es el mensaje del Evangelio, el mensaje del Evangelio es que estábamos perdidos en nuestros delitos y pecados, y esto nos llevaba a una vida sin Cristo; pero Dios muestra Su amor enviando a Jesús a morir por nosotros en una cruz, y al arrepentirnos frente a esa cruz y al sacrificio de Jesús, y confesarlo como nuestro Señor y Salvador personal es que tendremos vida eterna.

 

1. Luz Eterna. Apocalipsis 21:23. Impresionante que el propósito de Dios sea iluminarnos por toda la eternidad; cuando pienso en esto me maravilla saber que Él, y únicamente Él está interesado en ser la fuente absoluta de todo sustento para nosotros.

Isaías 60:19-22 nos dice exactamente lo mismo que Apocalipsis: que ya no será para nosotros la luz del día ni la luz de la luna por las noches, sino que tendremos al Señor por luz eterna y a Dios por nuestra gloria; el propósito de Dios siempre fue ser Él nuestra fuente absoluta de sustento. El versículo 21, en la última frase, resalta la importancia de que ya no habrá más dolor; también nos habla en el versículo 22 de que todos los pueblos serán restaurados, que cada uno tendrá su tierra, y que todo esto es porque Dios lo ha hecho con Sus mismas manos, la promesa de Dios para la vida eterna es extraordinariamente grande. Lo que el Señor ha preparado para nosotros es extraordinariamente grande.

2. ¿Estás listo para ir allí? ¿Qué necesitamos para ir ahí? (En este punto te sugiero que dejes que cada persona pueda reflexionar, pueda meditar por un momento en estas dos preguntas).

3. Necesitamos a Jesús.

A. Dios nos ama. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

El plan de Dios para nuestras vidas es el siguiente (Cristo afirma): "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Una vida completa y con propósito). (Juan 10:10b)

B. El pecado nos aparta de Dios. El hombre es pecador "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). El hombre fue creado para tener comunión con Dios, pero debido a su terca voluntad egoísta, escogió su propio camino y su relación con Dios se interrumpió. Esta voluntad egoísta caracterizada por una actitud de rebelión activa o indiferencia pasiva, es evidencia de lo que la Biblia llama pecado. El hombre está separado de Dios
"Porque la paga del pecado es muerte..." [o sea separación espiritual de Dios] (Romanos 6:23).

C. Dios envió a Jesús. El murió en nuestro lugar. "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). El resucitó "Cristo murió por nuestros pecados... fue sepultado, y... resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;... apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos..." (I Corintios 15:3-6). Es el Único Camino
"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).

D. Al arrepentirme tengo vida eterna.  Debemos recibir a Cristo
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dió potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12)
Recibimos a Cristo Mediante La Fé
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fé; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8-9) Recibimos a Cristo por medio de una invitación personal. (Cristo dice): "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él..." (Apocalipsis 3:20).
El recibir a Cristo comprende un cambio de actitud hacia Dios, confiar en Cristo, para que El entre a nuestras vidas y perdone nuestros pecados.

 

Conclusión: Dios es luz y el propósito de Dios es que como Sus hijos vivamos en la luz, que desde ahora hasta la eternidad podamos estar siempre cerca de Su presencia y dejar que Su gloria nos ilumine día a día.

 

Oración: Que el Espíritu Santo guíe a todos los nuevos a los pies del Señor Jesús.

 

Acción: Que podamos tener un tiempo de koinonía, de amistad, y darle la bienvenida a todos los que llegan por primera vez a nuestra Célula, y por ende a la familia de la fe.

Lunes 5 de junio

El propósito de la iglesia: Alabar a Dios

 

“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre”.

 Hebreos 13:15 (RVR60)

 

Dios siempre buscó adoradores, Él siempre estuvo buscando adoradores verdaderos. Aquí el escritor de Hebreos nos recalca la importancia de ofrecer siempre alabanza a Dios como fruto de nuestros labios que confiesan su nombre. La alabanza es importante en la vida de la iglesia porque desata la manifestación del poder de Dios.

Muchas veces tenemos el concepto que el tiempo de alabanza y adoración es simplemente para esperar hasta que la gente llegue, para entretener mientras nos estamos acomodando para escuchar el sermón, para pasar un buen tiempo cantando lindas canciones, pero no es así. Este tiempo es singular en el sentido de que implica toda nuestra devoción a Dios en la cual confesamos con nuestros labios que solamente Él es el único digno de recibir alabanza y recibir adoración.

 

1.      Dios como objeto de adoración. Hebreos 13:15. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo tienen que ser el objeto de nuestra adoración, es irracional pensar en otro objeto de adoración. El salmo dice que no debemos olvidarnos de ninguno de sus beneficios (Salmos 103:2).  ¿Cuál es el beneficio mayor que hemos recibido de Dios? Ahora, teniendo en mente este beneficio yo me pregunto: ¿cómo no voy a alabar a Dios? Salmos 116.12-19. Aquí el salmista se pregunta que dará al Señor por todos Sus beneficios y enumera una lista de cosas extraordinarias. Invocar al Señor, cumplir los votos, ofrecer sacrificios de acción de gracias, entrar a los atrios del Señor y adorarlo.
La salvación es motivo suficiente para vivir una vida de adoración, debemos siempre tener en claro que el objeto de nuestra adoración es Dios y no los beneficios que Él pueda darnos.

2.      Debo adorar en espíritu y en verdad. Juan 4:23-24. Este pasaje nos muestra que Dios acepta solamente un tipo de adoración. ¿Será que Dios está buscando una adoración genuina? ¿Será que así como adoramos en espíritu y en verdad, también podremos adorar en la carne y de mentira?
Jesús es claro en este pasaje, en que las personas deben de enfocarse solamente en lo espiritual porque Dios es espíritu (Juan 4:24), el apóstol Pablo menciona que la mente puesta en el espíritu es vida y paz, pero la mente puesta en la carne es muerte (Romanos 8.6). Muchas veces cuando adoramos enfocados en este plano terrenal, viendo si alguien nos ve, viendo si somos tenidos en cuenta por nuestros talentos, o por alguna otra razón que no sea espiritual; es entonces que estamos adorando en la carne y de mentira, porque mantenemos la mente puesta en cosas terrenales y no en el verdadero objeto de adoración.

3.      Una vida de alabanza. Efesios 1:11–12. En este pasaje está claro que hemos sido predestinados para la alabanza, pero el versículo va mucho más allá, dice para que seamos alabanza de Su gloria, la vida de alabanza es algo que uno es. La vida de alabanza no tiene que ver con un momento de éxtasis, o con un momento en el cual las emociones se ven penetradas por una melodía o armonía musical, la vida de alabanza es algo que vivo día a día, algo para lo cual he sido predestinado y diseñado.

4.      Impacto social: 1 Pedro 2:9. El fin de vivir una vida de alabanza, es producir un impacto social. En 1 Pedro 2:5 se nos habla que, como piedras vivas, como parte de un edificio, debemos edificar una casa espiritual, para un sacerdocio un culto santo, para dar sacrificios, presentar ofrenda espiritual y aceptable a Dios por medio de Cristo Jesús. Entonces, podemos volver al versículo nueve y entender por qué es que somos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido: para que brillemos y mostremos Su luz admirable.
Una vida genuina de alabanza y adoración impacta a los que nos rodean.

 

Para Orar: Pedir perdón a Dios si no lo hemos estado buscando en espíritu y en verdad, si el objeto de nuestra adoración se volvió algún beneficio que Él nos dio. Pedirle al Señor que podamos adorarlo en espíritu y en verdad.

 

Para hacer: Tomarme el tiempo en mi lugar de buscar a Dios. Tomarme el tiempo significa apartar un horario específico para tener un encuentro de adoración con Dios. Ser ejemplo en todo lo que hago a todos aquellos que me rodean.

 

Conclusión: La vida de adoración y alabanza es una decisión personal. En ningún momento en la Palabra de Dios se nos dice que esto nacerá de alguna manera espontánea; en todo tiempo se nos insta a que busquemos a Dios, a que Él está buscando verdaderos adoradores, a que el fruto que produzcan nuestros labios sea intencional.

 

 

 

Lunes 12 de junio

El propósito de la iglesia: Reflejar a Jesús

 

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”.

Romanos 8:29–30 (RVR60)

 

 

Uno de los privilegios más gloriosos que tenemos es el de trabajar para ser como Jesús. Y no me refiero al nivel de deidad, sino en carácter, en espíritu y en poder.
En la vida, uno siempre tiene diferentes modelos, diferentes personas a quienes admira, pueden ser deportistas, personas ilustres, personas que tienen algún rango de significancia en nuestras vidas o que nos han impactado de alguna forma.
Por ejemplo, yo admiro a diferentes predicadores, a diferentes músicos y en cierta medida es como que quisiera parecerme a ellos. Pero alguien a quien he admirado siempre es al Señor Jesús, y siempre he tratado de esforzarme en la gracia para parecerme cada día más a Él. Muchos ven el parecerse a Jesús como una carga, pero para mí es un privilegio, un inmenso privilegio. Siento que a Dios el Padre no le bastó con solamente salvarme, sino con que sea hecho a la imagen de su Hijo unigénito. Qué gran privilegio.

 

1.      Estar donde Él está. Juan 17:24. La oración de Jesús se hace potente, y este fragmento es fundamental para la vida de todos los cristianos en el mundo. Fíjate que Jesús dice: quiero que donde YO ESTOY, ellos estén. Jesús no dice que quiere estar donde nosotros estamos. Esto nos habla de un nivel de comunicación tremendo, donde el discípulo sabe dónde está su Maestro; pero, ¿cómo sabemos dónde está Jesús? Lo sabemos porque hemos pasado tiempo con Él, porque escuchamos Su voz y la reconocemos (Juan 10:27).
Jeremías 33:3 nos habla de que si clamamos a Él, Él responde. Y no solamente eso, sino que también nos va a enseñar cosas ocultas que no conocemos. La relación con el Espíritu Santo a través de la oración es fundamental para escuchar la voz de Dios.  Solamente de esta manera, a través de una relación íntima y real en oración y lectura de la Palabra es que podremos saber dónde es que Jesús quiere estar. Recuerden que Jesús se apartaba a lugares solitarios a orar y a pasar tiempo con el Padre (Lucas 6:12).

2.      Imagen. 8:29–30. Lo que impacta a nuestra sociedad es cuando nos parecemos a Jesús. ¿pero cómo podemos hacer para parecernos a Jesús? Porque, decirlo es fácil, pero llegar a ser como Jesús puede ser un camino bastante vertiginoso. Pablo nos habla de imagen, una imagen parece ser algo que contiene detalles, tiene una descripción visual de un objeto o de una persona; una imagen es reveladora en si porque nos muestra la percepción que nuestro ojo tiene de tal imagen. Si yo miró alguna obra de arte abstracto, la percepción de mi ojo será totalmente diferente a cuando miro una imagen al natural. Por esto es que es tan necesario ser fiel a la imagen que las Escrituras nos retratan de Jesús, es fundamental tener una relación completa y profunda con la Palabra de Dios. Por esto, el Señor Jesús dijo que el Espíritu Santo nos va a recordar todas las cosas que Él (Jesús) nos ha dicho (Juan 14:26). En la Palabra de Dios encontramos la imagen no distorsionada de Jesús, la Palabra de Dios es una perfecta impresión de la imagen de nuestro Señor.

3.      Mostrá la imagen. Efesios 4:20-32. El apóstol Pablo nos muestra la practicidad de mostrar la imagen de Jesús. Él nos llama a que nos vistamos de este nuevo hombre.
Cuando uno decide vestirse de un nuevo hombre, es uno mismo quien decide tomar la ropa y ponérsela; es por esto que Pablo nos anima a que nos vistamos intencionalmente de este nuevo hombre (en el versículo 24). Pablo no da vueltas y dice que si verdaderamente hemos aprendido a Cristo, que si en verdad lo escuchamos, que si en verdad Él nos ha enseñado conforme a la verdad, entonces nuestra mente ha sido cambiada y tenemos la capacidad de vestirnos del nuevo hombre. A partir del versículo 25 Pablo enmarca actitudes prácticas que representan el reflejar la imagen de Cristo.


 

Para orar: Que nuestro Padre Celestial genere en nosotros el querer así como el hacer por su buena voluntad. Que el Espíritu Santo lo establezca día a día a través de Su Palabra y nos revele la persona de Jesús.

 

Para hacer: Tomar la lista de Pablo en Efesios 4:25-32 para autoexaminarnos y ver en qué cosas estamos fallando. Luego, vayamos a enmendar con todos aquellos que tengamos alguna falta, seamos misericordioso si no hemos sido misericordiosos, perdonemos si no hemos perdonado, si teníamos algún tipo de pecado como robar o lo que sea, dejemos de hacerlo; si nuestro lenguaje no es acertado entonces esforcémonos por cambiarlo. Compartan en las Células qué cosas les cuestan y oren ahí mismo para recibir fortaleza del Señor.

 

Conclusión: Ser como Jesús es algo mucho más grande que un sentimiento, implica buscarlo en oración, buscarlo a través de la Palabra, pedirle al Espíritu Santo que nos revele Su imagen y poner en práctica aquello que nos está revelando. Hoy tenés el desafío de ser como la persona más extraordinaria que existió sobre la faz de la tierra: Jesús de Nazaret.

 

 

 

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