
Zacarías significa: “Jehová se acordó”. Zacarías 10:1 dice: “Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno”. Dios nos dice que pidamos la lluvia, porque solo Él tiene el poder de hacerla descender. Dios enviará la lluvia, pero hay que pedirla. ¿Cómo? ¡Necesitamos la guía del Espíritu!,
“pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles…porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”.
Romanos 8:26-27
El Señor Jesucristo nos enseñó a pedir en San Mateo 7:7-9: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.
Pedir: Representa la oración de fe.
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Oír la Palabra de Dios: Necesito escuchar lo que Dios tiene para decirme.
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Leer la Palabra de Dios: Dios quiere hablarme personalmente a mí. Dios quiere decirme algunas cosas El mismo. Al hacerlo, me vuelvo sensible a Su voz, aprendo a prestarle atención.
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Estudiar la Palabra de Dios: Al estudiar las Sagradas Escrituras usted conocerá profundamente a Dios porque ellas testifican de Él.
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Memorizar la Palabra de Dios: De esto depende que podamos hacerle frente a los ataques del diablo y salgamos victoriosos, como Jesucristo lo hizo. Hay momentos en los que necesitamos tener incorporada la Palabra de Dios.
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Aplicar la Palabra de Dios: En este paso convergen los otros cuatro anteriores, si no la aplicamos tiramos por la borda todos los otros; incorporamos la obediencia, y esto es causa de bendición y de respaldo de divino.
Buscar: Representa la oración de dedicación, de consagración.
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La disciplina: La disciplina hará que nuestro carácter se asemeje al de JESUCRISTO.
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Obediencia: quiere revelarnos Su voluntad, que es buena y perfecta, pero es necesario que tengamos una actitud dispuesta a obedecerla.
Llamar: Representa la oración de intercesión.
Dios nos dice que pidamos ‘lluvia en primavera’. Dios ha prometido restauración y bendición sobre esta tierra, sobre cada familia, y nos hace un llamado: PEDID, BUSCAD, LLAMAD. Jesucristo nos dejó ejemplo como intercesor, quien siendo igual a Dios, no estimo eso como cosa a que aferrarse, sino que se humillo haciéndose hombre y estando en la condición de hombre, fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz, para ser el autor de eterna salvación.
¿Qué hará usted? Dios busca un hombre que se pare entre el pueblo y Él, que dé la cara, que interceda; el final de la historia puede ser cambiado por cada uno de nosotros si nos consagramos y rendimos nuestra voluntad al Padre de las luces, de quien desciende toda buena dádiva y todo don perfecto.
Si hoy escucha la voz del Señor y quiere responder afirmativamente a Su llamado allí donde está ponga su vida en el altar de Dios para que el fuego del Espíritu Santo lo consuma y su vida entera sea un sacrificio santo agradable al Él.
Rvdo. Rubén Luján